Tal y como estaba previsto en la mañana de hoy han seguido desarrollándose las pruebas periciales que estaban fijadas. Vaya por delante que hoy nuevamente, quizás con mayor fuerza incluso, dichas pruebas han demostrado no solo que la acusada miente, si no que en ningún caso se trato de un accidente.

Primeramente han declarado peritos de la Guardia Civil expertos en telefonía móvil, que han ido concretando todos los puntos de ubicación de la acusada y los horarios correspondientes al día que ocurrieron los hechos. Más adelante han declarado diversos peritos que llevaron acabo una inspección ocular y también otros venidos desde Madrid para acreditar las diversas pruebas de ADN que efectuaron y que acercan mucho más a que los hechos se produjeron del modo en que nosotros venimos argumentado. En consecuencia, ninguna carta queda por jugar a la defensa en orden de intentar, en tan siquiera, de acercarse a la tesis de lo que lo ocurrido fue un accidente.

El juicio de esta forma queda pendiente de las diversas periciales medico-forenses que se van a practicar el lunes y también las periciales psicológicas en relación a los padres de Gabriel, así como los diversos informes que obran en las actuaciones provenientes del Instituto Nacional de Toxicología y del Instituto de Medicina Legal. De ese modo y en el caso de que efectivamente el lunes se practique toda la prueba y concluyamos la parte probatoria del juicio, el lunes la sesión integra es a puerta cerrada como lo debería haber sido en la totalidad del juicio y como tantas veces lo hemos reclamado. De esta forma se pasaría el martes a las conclusiones definitivas y a los informes. Ese será el momento en que cada una de las partes, nosotros evidentemente también, haremos las alegaciones en orden a porqué consideramos que la acusada es culpable, así como la condena y el reproche penal que merece semejante conducta.

De cumplirse el calendario, en la semana que viene, probablemente el miércoles, seria el objeto del veredicto que lo hará la magistrada presidenta, entregándoselo a los jurados y a partir de ahí se producirá el encierro del jurado, que no se levantará hasta tanto no tengan un veredicto.

Francisco Torres Martínez