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Comunicado Patricia Ramírez, madre de Gabriel “el Pescaito”. 11 de marzo 2024

Un 11 de marzo de hace seis años me enteraría de que durante doce días
estuvimos de forma innecesaria y cruel buscando a nuestro pequeño Gabriel con
vida ante la mirada impasible de quien se la había llevado. Seis años desde
que supe que no volvería a verlo, ni abrazarlo…. Seis años desde que
publicarían su pérdida y empezaría un Tsunami de mala información que
resultaría imparable, cruel, innecesario y tremendamente agotador.
Muchos nos culparían y seguirán culpando para justificar su comportamiento o
el derecho a poder consumir nuestro caso como si de una película de
entretenimiento se tratase. ¡Ellos se lo buscaron por salir a buscar a su hijo!, son
de podemos, quieren protagonismo, están en contra de la permanente y por
eso se lo merecen…, cualquier afirmación es válida para legitimarse y utilizar la
memoria de mi pequeño con lo que les surja.
Culpar a las víctimas suele ser, desgraciadamente, muy habitual. No se puede
culpar a unos padres por buscar ayuda por todos los lados y cualquier medio a
su alcance por encontrar o salvar a su hijo, hija, hermano, mujer, marido,
abuelos…. Tampoco debería ayudárseles a cambio de exponerles
continuamente y utilizar su historia a conveniencia pues más que ayuda resulta
aprovecharse de personas VULNERABLES necesitadas de cuidado y protección
(sus vidas cambiaran para siempre de forma drástica y brutal).
Jamás pude imaginar el terrible dolor y deterioro que nos provocaría la
mediatización de su caso, el daño irreparable y el impacto que sigue teniendo
en nuestras vidas. Por ello hoy en memoria de mi pequeño Gabriel, me siento a
escribir estas líneas con mis reflexiones y ofrecerlas a quien quiera leerlas y
compartirlas porque sienta que pueda resultar útil de cara a reflexionar y cambiar
sobre lo que no es adecuado y por tanto pienso que no “corresponde” en el
tratamiento de nuestros casos.

Resulta triste observar cómo en estos seis años cuando he salido a la opinión
pública (para solicitar que no se nos hicieran más “perrerías”, respetasen el
juicio, pedir auxilio ante la emisión de un posible documental de su asesina, sus
autopsias, tras verlo anunciado como mutilado en páginas y videos de carácter
gore, podcasts cargados de morbo reproduciendo información injusta y
dañina…) siempre lo he hecho desde el miedo y el enfado a que esto no parase
nunca, a que se siguiera pensando que el la insultó manchando todo su ser y
esencia, a que nos siguieran preguntando y recordando todo lo cruel, a que se
acerque su aniversario y vuelvan a rentabilizar su caso, a que si me expresaba en
la defensa de mis derechos lo utilizasen para ponerme en contra de otras
víctimas o afín a un partido político o ideología.
Se ha llegado a decir que nos lo merecíamos porque antes de lo sucedido
éramos “podemitas”, ¿entonces todos los de podemos se merecen que les
asesinen a sus hijos? ¿y si fuese del PP? ¿o del PSOE? ¿pero hasta dónde
llegamos? Jamás he estado afiliada a un partido político, así como no me he
manifestado al respecto pues no creo que sea relevante mi ideología política
para reclamar justicia y respeto en nuestro caso.
Siempre he pensado que las víctimas no deben de ser utilizadas por ningún
partido político. Cuando una familia pasa por un crimen o situación atroz suele
poner en evidencia las carencias de la sociedad y los fallos del sistema. Los
políticos deberían de atenderlas y cobijarlas de forma conjunta pues hay
situaciones que no dependen de las ideologías sino de la HUMANIDAD y es
cuestión de todos los que gobiernan siendo su función dar ejemplo a la
sociedad.

En estos seis años he leído mucho interesándome porqué suceden estas cosas
e intentando comprender porque nos desensibilizamos ante el dolor ajeno y las
desgracias humanas. Comprendí que por cuestión de supervivencia mirar
mucho tiempo hacia las víctimas resulta doloroso pues nos recuerda lo
vulnerables que somos y de forma más o menos natural suele mirarse para otro
lado, culparlas, categorizarlas, absolverlas o condenarlas para toda la vida.
Casos como el de la víctima de la manada o Rocío Carrasco son muestras
evidentes de estos extremos.
Creo que nadie debería de juzgar a otra víctima por intentar resolver su situación
pues la desesperación es fruto del dolor, la impotencia, la soledad, la falta de
medios, de justicia y asistencia adecuadas ¿Quién decía aquello de que cada
uno sube las escaleras cómo puede? Ojalá llegue el momento en que puedan
elegir si han de exponerse o no de forma libre y no motivadas por su situación
de desamparo y no tener otra salida.

Existen análisis sobre la cobertura mediática y el sensacionalismo de nuestro
caso y otros casos violentos mediáticos de España reflejados en numerosos
trabajos de fin de grado y de másteres, artículos científicos, libros e informes de
profesionales y expertos en la materia que se han publicado poniendo de
manifiesto las malas prácticas, la necesidad de un tratamiento adecuado a las
noticias de sucesos y la vulneración de derechos fundamentales.
Hace pocos días solicité en la red social de X por medio de un post a equipo de
investigación la retirada de la promoción y el vídeo del caso de Gabriel. Estaba
dolida porque desde hace seis años se promocionan los mismos videos de forma
habitual y supongo que en un gesto de saturación me permití demandárselo
públicamente, pensando que lo tenía perdido. Quizás fruto de que cada vez
existen más personas que alzan la voz defendiendo los derechos de las víctimas
y la responsabilidad en el periodismo hacia el tratamiento de nuestros casos se
generó una oleada de solidaridad y apoyo que permitió que la productora
retirase la pieza. Lloré de alegría al enterarme dejando el rencor acumulado
hacia un lado y quedándome con la buena voluntad manifestada por el medio.
Muchas víctimas intentamos agarrarnos a lo bueno para crecer y sobrevivir a lo
que nos ha pasado. Ejemplos como la lucha de las víctimas del terrorismo de
ETA, del 11M, de desaparecidos, han permitido poner de manifiesto la
necesidad de protección por parte de las instituciones y medios de
comunicación de sus derechos y la memoria de sus seres queridos mejorando la
protección, aunque aún quede un larguísimo camino por recorrer.
Llegando casi al final de estas reflexiones le digo al miedo que se aparte a un
lado para permitirme ser libre y valiente compartiendo lo que siento porque
como decía el maestro José Luis Sampedro, hay batallas que hay que librarlas
independientemente del resultado. Sé, que lo que voy a demandar a
continuación es tan difícil que ocurra como poder volver a abrazarle que es lo
que más deseo en este mundo, pero no por ello dejaré de intentarlo.

Hoy, 11 de marzo de 2024, les pido a los medios de comunicación y redes
sociales que pongan la ética y el buen hacer frente a la conveniencia. La
profesionalidad y la decencia frente a intereses particulares o económicos. Les
solicito y ruego que den un paso adelante y den un ejemplo de cómo este
país respecta adecuadamente a las víctimas y las protege del dolor
innecesario.

Les pido que retiren “lo feo” de sus cuentas y dominios, lo que mancha su
memoria, sus titulares escabrosos, videos, podcasts morbosos e innecesarios,
etc. Les ruego reflexionen antes de negármelo si podría resultar bueno para
proteger su profesión y para ustedes, en particular, si les sucediera algo
parecido.

Sé que con esta petición igual corro el riesgo de que algunos me diagnostiquen
a partir de ahora un trastorno mental o aludan a que estoy loca o tarada por
solicitar tan tremenda empresa. Luchar contra Goliat o ir contracorriente nunca
fue fácil, “ladran Sancho, luego cabalgamos” me decía un gran maestro
recordándome a El Quijote. Ojalá se entienda que nadie está exento de poder
sufrir una tragedia y cuando sucede es devastador.
Cierro este escrito agradeciendo su apoyo y cuidado a todos los ilusos o locos
-como yo- que creen que este tipo de malas prácticas pueden cambiar y, en
especial, a toda la marea de buena gente que nos han apoyado a lo largo de
estos seis años sin soltarnos.
NOTA: Les ruego, que si no entienden mis demandas o intenciones no usen
estas palabras para generar polémica o volver a contar lo dañino de nuestro
caso, etc.
Patricia Ramírez.
#11MTodosSomosGabriel.

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