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En la sesión que ha tenido lugar hoy día 11 de septiembre, ha seguido el desarrollo de las pruebas testificales. En primer lugar, ha comparecido mediante video conferencia un capitán de la Guardia Civil de Burgos, que ha puesto de manifiesto como al realizar la investigación en torno a la acusada se puso de relieve esa frialdad, ese carácter calculador, esa maldad intrínseca, con muchos ejemplos en relación a parejas que había tenido anteriormente.
Posteriormente, ha declarado el hermano de Ángel que ha ratificado que las herramientas que se encontraron en la finca de Rodalquilar habían sido llevadas desde las Hortichuelas, porque estaban en el domicilio de su madre.
A continuación, ha testificado un policía local de Níjar que participó con los drones en las labores de búsqueda.
Y en último lugar, ha declarado el teniente y el sargento de la Guardia Civil que fueron básicamente los encargados de la investigación desde el primer momento -hasta que llego la UCO- donde ya participaron bajo las instrucciones de la UCO. Han dejado claro que la acusada no dio nunca la menor facilidad, que no colaboró en absoluto, si no todo lo contrario, poniendo cortapisas y barreras, dejando patente que en absoluto ayudó en ningún tipo de esclarecimiento. En la misma línea, el sargento ha llegado a decir que absolutamente nunca, ni en los días inmediatos a la detención ni en semanas posteriores, dio el menor signo de arrepentimiento en la acusada.
Para la vista de mañana, donde en principio hay citados 26 guardias civiles, aunque imaginamos que a muchos se renunciaran, por ser dos agentes los que han hecho la prueba en concreto, con lo que pensamos que con sus declaraciones sería suficiente para explicar la prueba.
Este letrado quiere expresar en el presente comunicado que en algunos medios de comunicación se viene hablando de que el abogado que suscribe, hizo un relato muy duro en su primer alegato ante el tribunal del jurado en sus primeras alegaciones. Es sabido que nosotros en representación de los padres de Gabriel, hemos venido solicitando que la totalidad del juicio lo sea a puerta cerrada; básicamente por respetar la integridad, la intimidad y la dignidad, es decir, todos los derechos que efectivamente tienen los padres como principales afectados por la desaparición de Gabriel.
Derivado de que esa pretensión no ha sido satisfecha en su totalidad, si no que muy parcialmente se ha decretado la puerta cerrada sobre actuaciones muy concretas, (fundamentalmente varias declaraciones desarrolladas por las víctimas y las pruebas periciales médicas), quisiera manifestar que el único sitio donde el letrado puede exponer, aunque sea con crudeza, la terrible magnitud de la situación que envolvió la ida de Gabriel, lo es ante el jurado y ante este no puedo estar callado. Lo que si debiese hacer la prensa es respetar que ese es y no otro es el trabajo del abogado que representa los intereses de Patricia y Ángel, obviando publicar cualquier cosa que afecte a su intimidad (pero que si es preciso y necesario exponerlo ante el jurado), de tal forma que no sirva en absoluto de justificación que el abogado pueda hacer un relato duro ante el jurado, para de esa forma casi que se establezca una especie de efecto imán para que los medios de comunicación publiquen cosas que se dicen exclusivamente a un jurado; es este precisamente uno de los problemas severos de hacer el juicio para todo el mundo, es decir, sin que se establezca la prudente y necesaria cortapisa de la puerta cerrada y es algo que estamos pagando. No obstante, esperemos de la concienciación de las personas en razón al pacto ético, que tanto han venido los padres reclamando desde hace tanto tiempo y es nuestro anhelo que todo el mundo respete.

Francisco Torres Martínez